COP 25: la urgencia de pasar a la acción

Ignacio S. Galán

Ignacio S. Galán

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El lema de la Cumbre del Clima de Madrid, ‘Tiempo de actuar’, pone el acento en la urgencia de pasar de las palabras a los hechos para que el aumento de la temperatura del planeta no supere los límites de seguridad fijados en el Acuerdo de París.

Más que nunca es necesaria la voluntad política para acelerar la transición energética, como está demostrando Europa al comprometerse con nuevos y más ambiciosos objetivos, y también España, cuyos planteamientos climáticos se encuentran entre los más avanzados del continente.

Pero, además de las instituciones y los representantes políticos, las empresas también tenemos que cumplir nuestra cuota de responsabilidad; especialmente aquellas, como las energéticas, que disponen de la tecnología y los recursos para reducir drásticamente las emisiones sustituyendo los combustibles fósiles por fuentes renovables.

En el caso de Iberdrola, llevamos dos décadas situando la lucha contra el cambio climático en el centro de nuestra estrategia. En ese período hemos invertido 100.000 millones de euros en las soluciones que reclama la transición energética: energías renovables, redes inteligentes y almacenamiento eficiente a gran escala. Además, en el marco de la COP 25, hemos anunciado el cierre definitivo de nuestras dos únicas plantas de carbón en el mundo -ubicadas en Lada, Asturias, y Velilla, Palencia- y su sustitución por parques eólicos y plantas fotovoltaicas.

Nuestro compromiso nos ha llevado a aumentar este año las inversiones en España en un 50% y ratificar ese esfuerzo durante toda la década, con el objetivo de instalar 10.000 MW solares y eólicos que supondrán la creación de 20.000 puestos de trabajo, en su inmensa mayoría locales. Además de ser un motor de empleo y riqueza, el cambio de modelo energético puede ser también un factor de cohesión social y territorial, porque nadie debe quedar fuera de este proceso irreversible, como ha ratificado Bruselas al anunciar la creación de un fondo para ayudar a las regiones mineras a acometer la transición.

La lucha contra el cambio climático es una palanca de transformación hacia una economía moderna y sostenible, como base de una sociedad más próspera, justa y saludable. Aumentemos nuestra ambición para llegar a tiempo de conseguirlo.